La elección judicial 2025: un hecho sin precedentes
El 1 de junio de 2025, México vivió una jornada electoral sin precedentes. Por primera vez en la historia, la ciudadanía tuvo la posibilidad de elegir de manera directa a quienes impartirán justicia en el país: más de 2,600 cargos judiciales fueron puestos a votación, marcando un parteaguas en la relación entre el Poder Judicial y la sociedad.
Entre los cargos renovados se encontraron ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, magistraturas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así como jueces de distrito y magistrados de circuito. Esta elección no solo significó un cambio institucional, sino también una nueva forma de entender la democracia en México.
Para muchos, este evento fue más que un ejercicio democrático; fue una oportunidad de incidir directamente en la calidad de la justicia en el país. Elegir jueces y magistrados ya no fue un asunto exclusivo del Congreso o del Ejecutivo: pasó a manos del electorado.
¿Qué cargos judiciales estuvieron en juego?
Uno de los aspectos más importantes de este proceso fue la diversidad de cargos que estuvieron en disputa. En total, más de 2,600 jueces y magistrados fueron sometidos a escrutinio público. Aquí una lista de los principales:
- 11 Ministras y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
Encargados de resolver asuntos constitucionales de máxima importancia, estos cargos son clave en la interpretación de la ley en el país. - Magistraturas del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF)
Responsables de garantizar la legalidad de las elecciones, su elección por voto popular tuvo un impacto directo en la legitimidad del sistema electoral. - Jueces de Distrito
Jueces federales que atienden temas penales, administrativos, civiles y laborales. Su labor tiene efecto directo en la vida diaria de miles de personas. - Magistrados de Circuito
Encargados de revisar decisiones de los jueces de distrito, son esenciales para la correcta impartición de justicia en segunda instancia.
Este nivel de apertura representa un cambio estructural profundo en la manera en que se elige a los representantes del poder judicial en México.
¿Cómo se eligieron los jueces y magistrados candidatos 2025?
El proceso de elección fue coordinado por el Instituto Nacional Electoral (INE), que habilitó la plataforma candidaturaspoderjudicial.ine.mx como medio principal para que las y los ciudadanos conocieran a detalle a las personas candidatas.
Esta plataforma permitió:
- Buscar candidatos por entidad, género, nivel judicial y secciones electorales.
- Ver fichas informativas con trayectoria profesional y formación académica.
- Practicar el voto desde casa a través de simuladores digitales.
Además, la plataforma fue reforzada por campañas informativas y artículos de medios como El Economista, que explicaron con claridad cómo ubicar a los candidatos y familiarizarse con la papeleta antes de acudir a las urnas.
Este enfoque digital fue clave para garantizar que los votantes tomaran decisiones informadas, rompiendo con la opacidad tradicional del sistema judicial.
¿Quiénes podían ser candidatos y cómo se postularon?
Otro punto fundamental fue la manera en que las candidaturas se organizaron. Los aspirantes debieron cumplir con requisitos estrictos, tales como:
- Ser mexicanos por nacimiento.
- Tener más de 35 años (para SCJN) o 30 años (para juzgados y tribunales).
- Tener experiencia profesional en derecho, docencia o función pública.
- No tener antecedentes penales ni vínculos partidistas recientes.
El proceso de postulación fue supervisado por un Comité Evaluador, compuesto por integrantes del INE, universidades públicas y organizaciones civiles. Esta medida buscó asegurar que las candidaturas fueran legítimas y con perfiles de alto nivel.
Además, el acceso equitativo a medios, debates obligatorios y reglas de financiamiento fueron implementados para garantizar una contienda justa.
¿Qué desafíos enfrentó la elección judicial 2025?
Como toda primera vez, el proceso no estuvo exento de retos. Algunos de los más importantes fueron:
1. Desinformación y falta de familiaridad
A pesar del esfuerzo institucional, una gran parte de la ciudadanía no comprendía completamente el alcance de la elección. Expresiones como “¿cómo se vota por un juez?” o “¿qué hace un magistrado?” fueron comunes en redes sociales.
2. Bajo conocimiento de los perfiles
Aunque la plataforma del INE ofreció información detallada, el volumen de candidatos fue tan alto que muchos ciudadanos encontraron difícil analizar cada perfil.
3. Campañas limitadas
Por normatividad, los candidatos no pudieron hacer campañas al estilo tradicional, lo que limitó su visibilidad. Esto generó críticas sobre la falta de conexión entre candidatos y electores.
4. Tensión política
La elección se desarrolló en un contexto de fuerte polarización política. Algunos sectores vieron la medida como una democratización real del Poder Judicial; otros, como una posible forma de controlarlo políticamente.
¿Qué impacto tiene esta elección en la democracia mexicana?
Este proceso electoral judicial representa un giro radical en la forma en que se entiende la impartición de justicia en un sistema democrático. Al permitir que la ciudadanía elija directamente a jueces y magistrados:
- Se fomenta la transparencia y la rendición de cuentas.
- Se acorta la distancia entre la ciudadanía y las instituciones de justicia.
- Se fortalece la idea de que el poder judicial también debe responder a intereses públicos, no solo técnicos.
La elección de jueces y magistrados es común en otras democracias, como algunos estados de Estados Unidos. Sin embargo, en el contexto mexicano, significa romper con una tradición de designaciones cupulares, muchas veces marcadas por el corporativismo y la falta de control ciudadano.